ULTRAFONDO

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martes, 20 de diciembre de 2011

FRAGMENTO DE 'HISTORIAS DE LA MARATON, LOS 100 KM Y OTRAS LARGAS DISTANCIAS (José Manuel García-Millariega)


Dionisio Carreras, ‘el campanas’
Por Celedonio García Rodríguez y
José Antonio Adell Castán


Dionisio Carreras Salvador, conocido con el apodo de ‘el campanas’, nació en Codo (Zaragoza) el 9 de octubre de 1890 y falleció el 16 de julio de 1949. En 1924, un año después de que surgiera la ‘Federación Aragonesa de Atletismo’, entró en la historia por ser el primer aragonés que participaba en unos Juegos Olímpicos.
Se inició en el atletismo participando en las corridas de pollos o carreras pedestres de su pueblo y en las de la comarca de Belchite (Zaragoza), que se celebraban durante las fiestas patronales. Al comienzo de su práctica deportiva corría descalzo, como otros muchos corredores. En su pueblo, además de participar en la carrera pedestre, ejercía de ‘general turco’ en el dance de las fiestas en honor de San Bernardo Abad.
Su padre, Francisco Carreras, ya fue un consumado andarín. Cuando tenía que hacer algún encargo cubría, andando de sol a sol, la distancia que separa Codo de Zaragoza. A Francisco le agradaba mucho que su hijo participara en las carreras, pero esto no le libraba de cumplir antes con las tareas en el campo. Si a Dionisio le surgía alguna carrera y tenía que preparar un costal o una carga de esparto, hacía la faena por la noche y al día siguiente se iba a correr. Los pollos que obtenía en las carreras se los merendaba con los amigos, a los que también solía invitar con las pesetas que se incluían en el premio. Los directivos del ‘Zaragoza F.C.’ se fijaron en él y le ficharon, ofreciéndole un trabajo: primero en el cubrimiento del río Huerva y después de conserje en las instalaciones del club. El triunfo más importante de su trayectoria deportiva lo obtuvo en el maratón de la Olimpiada de ‘París de 1924’. Se clasificó en un excelente noveno lugar, invirtiendo en el recorrido 2 horas, 57 minutos y 18 segundos. Según dijo Carreras, pudo obtener un puesto mejor si no se hubiera equivocado en el recorrido cuando faltaban pocos kilómetros para llegar a la meta. La hazaña de Dionisio Carreras hubiera podido servir de poderoso impulso para potenciar el atletismo aragonés, pero no fue así y, más aún, no recibió el homenaje merecido. Carreras había sido seleccionado tras vencer en la medio maratón (1 h. 15’ 40’’) disputada en las pruebas atléticas de preselección para las ‘VIII Olimpiadas’. Esta competición se celebró en Zaragoza en los primeros días de abril de aquel año, con participación de los mejores atletas nacionales. Unos días antes ya había ganado en la ‘I Vuelta a Zaragoza’, organizada por el ‘Zaragoza F.C.’, que recientemente se había fusionado con el ‘Fuenclara’. Dionisio Carreras obtuvo el triunfo en las cuatro primeras ediciones de esta prestigiosa carrera.  A finales de año también venció en la primera edición de la ‘Copa de Navidad’, prueba organizada por el club ‘Iberia S.C’. También inscribió su nombre como primer vencedor del ‘Campeonato de Aragón de Cross’, celebrado el 22 de marzo de 1925 (y en la segunda edición de 1926). Del mismo modo se proclamó campeón de Aragón de 5.000 metros en 1925 y consiguió victorias tan prestigiosas como la ‘Behobia-San Sebastián’, carrera de 20 kilómetros. Y en los campeonatos de España de ‘cross’ siempre finalizó entre los primeros: 4º en 1926 y 5º en 1927. Durante estos años, Dionisio Carreras era considerado el mejor maratoniano de España y así lo demostró en el ‘I Campeonato de España’, celebrado el 12 de febrero de 1928 en Barcelona, organizado por la ‘U.D. Sans’, a la edad de 38 años. Venció rotundamente, sacando más de un minuto de ventaja a su inmediato perseguidor, el catalán Emilio Ferrer, del ‘F.C. Barcelona’. Un error en la medición del recorrido impidió a Dionisio Carreras poder mejorar el registro obtenido en la maratón de París, que era la mejor marca nacional. Su objetivo y el de su preparador, Francisco Alonso, era participar en la maratón de la Olimpiada de Ámsterdam. Al poco tiempo, en un partido de fútbol que enfrentaba en Zaragoza al ‘F.C. Barcelona’ con el ‘Iberia S.C.’, el presidente azulgrana entregaba al campeón de España de maratón la medalla de oro del club. En junio, coincidiendo con la disputa del ‘XI Campeonato de España de Atletismo’ y con la finalidad de seleccionar a los atletas que participarían en la Olimpiada, se volvió a repetir en Reus el ‘I Campeonato de España de Maratón’, pero en esta ocasión con la distancia reglamentaria. Carreras se retiró en el kilómetro 23 por enfermedad y de esta manera se truncaba su presencia en la Olimpiada de Ámsterdam. Dionisio Carreras se convirtió en un personaje muy popular por toda la geografía aragonesa. Participaba en muchas carreras pedestres que se organizaban con motivo de las fiestas patronales y también protagonizó, en noviembre de 1928, un sonado reto en la plaza de toros de Zaragoza con otro destacado corredor aragonés, Ignacio Latorre, de Santafecina (Huesca).
En octubre de 1930 un pequeño accidente le hizo llegar tarde al tren cuando se dirigía a participar en la ‘Maratón de Turín’. La fama de Carreras y su repentino fallecimiento en 1949 dio origen a un dicho que se extendió por la comarca de Belchite (la gente desconocía la causa de su muerte). Cuando veían a alguien corriendo, le decían: ¡No corras tanto, que se te reventará la hiel como al ‘campanas’!. Después de su fallecimiento le llegaron los merecidos homenajes. En 1973 la Federación Aragonesa de Atletismo le concedió la medalla de oro a título póstumo. Más recientemente, en Codo, su localidad natal, le han dedicado una calle (2006), y también han puesto su nombre al pabellón municipal (2008). (Cortesía de Celedonio García Rodríguez y José Antonio Adell Castán. Comarca Campo de Belchite. Colección Territorio 35. Gobierno de Aragón, Zaragoza, 2010).

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