ULTRAFONDO

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miércoles, 28 de diciembre de 2011

EL LEGADO FILOSÓFICO DEL DOCTOR SHEEHAN


El legado filosófico del Dr. Sheehan


‘El doctor George Sheehan, médico, especialista del corazón, empezó a correr a los 45 años, cuando llevaba más de 20 practicando la medicina. Pero, según él, hasta ese momento había conocido sólo la enfermedad y no la salud. El correr le enseñó lo que significa la salud total y la buena forma física, modificando radicalmente su conocimiento acerca del potencial físico del ser humano, en las distintas etapas de su vida’. (Contraportada de su libro ‘Por qué y cómo correr, El camino hacia el vigor y el disfrute total’, Edaf, Ediciones y Distribuciones SA, Madrid, 1986).
Asegura Sheehan en su obra que ‘muchos han expresado ya exactamente lo que yo pienso y lo han hecho de forma más clara y completa: James, Ortega… (‘La vida es una lucha desesperada para conseguir ser, de hecho, lo que somos en proyecto’), Santayana, Fuller y algunos filósofos griegos. Han descrito mis experiencias, mi propia verdad personal, en palabras milagrosamente acertadas. Pero un hecho fundamental de la Naturaleza es que nadie puede comprender las cosas por ti. Podemos acumular enormes cantidades de ideas y visiones filosóficas. Pero, a menos que se materialicen de un modo u otro, no pasarán de ser trivialidades…’.
‘…La sabiduría es —continua Sheehan—, pues, la incorporación de los pensamientos de los demás a nuestra propia experiencia, la capacidad de ver la verdad de las palabras de algún otro y que uno mismo comparte. No basta con conocer a los grandes autores, a los grandes pensadores, a los grandes poetas. Hay que encontrar a aquéllos que más se aproximan a tu propia existencia, a tu contacto con el universo…’.
‘…Al llegar a la edad de la razón Sheehan me encontré montado en un tren, con las cortinas echadas, con el curso (o trayecto de vida) y el punto de destino determinados. Pero al cumplir los cuarenta y cinco toqué el timbre de alarma y me apeé, bajé al mundo. Fue una decisión que significó, ni más ni menos, que una nueva vida, un nuevo trayecto, un nuevo punto de destino. Al cumplir los 45, nací otra vez. Mi yo anterior no era yo mismo, sino que una autoimagen que me había colocado encima. Era la persona que yo mismo acepté ser, pero había estado sólo interpretando un papel’.
‘…Con el tiempo (Sheehan: ‘Por qué y cómo correr, El camino hacia el vigor y el disfrute total’, Edaf, Ediciones y Distribuciones SA, Madrid, 1986) llegamos a engañarnos, incluso a nosotros mismos. No obstante, antes o después ponemos en cuestión el trayecto que se nos ha trazado, las metas que se nos han fijado, nuestro itinerario hacia la muerte. Antes o después deja de merecer la pena preservar la autoimagen. Nos parece insatisfactoria e inadecuada la persona que pretendemos ser…Como escribe Ortega, ‘el que no se sienta realmente perdido, es que lo está sin remisión. No se encontrará nunca a sí mismo, no se encontrará a la altura de la propia realidad’. No obstante reconoce Sheehan, encontrar la propia realidad no es algo que se consiga sin planificación ni esfuerzo. El renacer dice no es una tarea sencilla. Se necesita técnica, preparación y trabajar firme…Habrá que partir todos los días de cero…Yo afirmo que hay que empezar desde el principio, empezando con el cuerpo, que es el espejo tanto de alma como de la mente y resulta mucho más accesible que cualquiera de ellas. Si se logra la pericia de escuchar el propio cuerpo, se llegará (antes o después) a oír la totalidad del propio ser, la persona única y compleja que somos cada uno de nosotros…Yo lo hice de ese modo, me apeé del tren y me puse a correr…Descubrí que mi cuerpo era algo maravilloso…’.
‘…Nuestro renacimiento Sheehan será una tarea prolongada y difícil. Comenzará con el uso creativo del propio cuerpo, en el transcurso del cual debemos explorar el dolor y el cansancio con la misma atención que el placer y la satisfacción. Y terminará sólo cuando hayamos ampliado nuestra mente y nuestra alma en la misma medida. Pero hay otra alternativa: uno puede siempre volver a subirse a ese tren…’.
‘…Ahora sé que formo parte (Sheehan: ‘Por qué y cómo correr, El camino hacia el vigor y el disfrute total’, Edaf, Ediciones y Distribuciones SA, Madrid, 1986) de otro grupo bien diferenciado, el de los corredores de fondo. Lo comparto con todos los corredores del mundo. Poseemos todos los mismos tejidos somáticos, una combinación de huesos, músculos y tejidos nerviosos, que hace que lo que mejor hacemos sea correr…Por limitado que pueda parecer a quienes me ven, el correr es mi modalidad de autoexpresión. Un tema de estudio que no tiene por qué acabarse nunca. Y dentro de sus confines, debo esforzarme por alcanzar mi salvación…Los corredores de fondo somos personas meditativas. Si poseemos sentimientos religiosos, serán de carácter no conformista y retirado (los propios de un eremita, de un anacoreta)…Lo que más ilusión nos hace es una pradera apartada, donde nadie nos moleste…’.
‘Los fisiólogos han indicado (Fuente: Toni Lastra.Valencia) que solo los que consiguen aprobar el más riguroso examen físico pueden seguir sin peligro una vida rutinaria. El hombre no ha sido hecho para quedarse quieto. La inactividad es completamente innatural para el cuerpo. Su consecuencia suele ser la rotura del equilibrio. Cuando los beneficiosos efectos de la actividad sobre la circulación cardíaca y sobre los sistemas del cuerpo están ausentes, todo lo medible empieza a ir mal…’.
‘Aumenta el contorno de la cintura y el peso del cuerpo. Sube la presión sanguínea y se acelera el corazón. Aumentan el colesterol y los triglicéridos. Se incrementa todo lo que uno quisiera que bajara y disminuyese y se reduce todo lo que uno quisiera que se agrandara. Decrecen la capacidad vital y el consumo de oxígeno, la flexibilidad y la eficacia, el vigor y la fuerza. Las perfectas condiciones físicas no tardan en ser un simple recuerdo. Y si así va el cuerpo, ¿va a quedarse atrás la mente?. El intelecto se endurece, sin duda alguna, con mayor rapidez que las arterias. Las facultades creadoras dependen de la acción. Nadie debe de confiar en tener ningún pensamiento que valga la pena permaneciendo sentado’. (Fuente: Toni Lastra, fondista1996.blogspot.com) (Atleta, escritor, expresidente del club ‘Correcaminos’, organizador de carreras y uno de los padres del pedestrismo en Valencia).

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